jueves, 30 de septiembre de 2010

- Quiero que me prometas algo - su voz se había vuelto repentinamente grave.
Asentí con la cabeza.
- Quiero que me prometas que, pase lo que pase, recordarás siempre dos cosas. Dime que lo harás.
Asentí nuevamente.
- La 1º es que el sexo y el amor no tienen nada que ver...
- Eso ya me lo dijiste anoche.
- Bien. La 2º es que lo de anoche fué un acto de amor. - me miró a los ojos con una intensidad especial - ¿de acuerdo?
Me paré a meditar unos segundos, pero fué inutil. No sabía que quería decir eso.
- No te entiendo.
- No importa, prométemelo.
- Te lo prometo.
Me sonrió, me dió un beso en la frente, me abrió la puerta y se despidió de mi.
- Adiós Lulú, sé buena, y no crezcas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario