martes, 24 de noviembre de 2009


Queridísima sobrina querida, espero y deseo que al recibo de la presente, tú misma y tu hermana os encontréis bien y en buena disposición de ánimo para afrontar los, seguro no muy duros, avatares que la vida os depara con vuestra contagiosa alegría y siempre una musical sonrisa. En atención al asunto que nos ocupa, he de decirte me complace gratamente halláis hecho un parón en vuestros, sin duda, absorventes quehaceres, alegrando así el afligido corazón de vuestra amantísima abuela, de la misma forma que me agrada igualmente confiéis con tan abnegada candidez en el atribulado juicio de éste quien suscribe. No es liviana la carga que en mi criterio depositáis, no obstante bien has de saber, de tu pulida educación y afiladas lecturas lo presumo, la belleza se encuentra siempre no en el narciso que se siente admirado sino en el ojo de quien admira. Quiero con esto decir que aún con esos pelos y con esas ropas con las que os habéis retratado, siempre encontrará la madre de vuestra madre, multiplicada esclava, un sitio para vosotras en su librería junto a sus otros nietos estos sí encerrados en marcos de lujo y fotos de estudio, luciendo como sólo lucen los que a lucir han aprendido. No os preocupen las comparaciones de miradas superficiales que ni mirar saben, cuando vengan visitas ya encontraremos un acomodo para vosotras en el cuarto de la Amama. En verdad me aflige estimada sobrina, no disponer de más tiempo para lo que de verdad tiene valor, espero sepa tu bondadoso corazón perdonar le brevedad de esta misiva. Te ADJUNTO estas dos fotos ambas de mi agrado para que tú elijas.

Añorada sobrina te mando a ti y a tu nunca bien ponderada hermana ejemplo y modelo de tu devenir por la vida, un amoroso abrazo, expresando a la vez mi deseo y el de todos los que os quieren y no os olvidan, de que a no tardar nos volvamos a ver.

Tu tío.

No hay comentarios:

Publicar un comentario